sábado, 26 de abril de 2008

El nuevo doblaje ¬¬


Bueno, esta entrada se la dedico a mi buen amigo Disney, un tipo muy simpático xDD

Bien, se podría decir que esto es una queja contra que al hacer nuvas versiones en DVD de las películas Disney, cambien el guión, porque no sé si lo habréis notado, pero no dicen lo mismo. Vaaaale, puede que sólo una colgada como yo se sepa de memoria las frases de las palículas, pero es que me fastidia muchísimo en las canciones, porque de tanto escucharlas de pequeña pues me las acab´ñe aprendiendo y ahora... pues que estoy tan tranquila cantandola y va la peli y dice otra cosa ¬¬ Mira que no saberse la canción... ¡Además, les ponen voces distintas! Estoy dolida con los nuevos doblajes. Así que quiero que escuchéis atentamente:
La Sirenita, la de siempre, la única, ¡la de verdad! (sin botox xDD):

http://es.youtube.com/watch?v=k-q3kwBtQuQ

Y ahora la nueva versión, con una letra en mi opinión más cutre ¬¬ (subtitulado y todo para que veáis. Bueno a la mitad empiezan otras, pero agua y ajo que no encontré otro >.<>

http://www.youtube.com/watch?v=CI7vp1HEWlk&feature=related

Bueno, no creo que nadie vaya a cambiar los doblajes porque a mí no me gusten, pero bueno me apetecía decirlo xDD Eso sí, tengo una buena noticia, si vas a la opción de elegir idioma, al escoger "mexicano" (o latinoaméricano, no me acuerdo) nos sale el de siempre, así que después de casi deprimirme conseguí ver la peli con las frases que yo conozco ^^

Gracias por aguantar mi indiganción xD

Besotes:

*Laurita*


domingo, 20 de abril de 2008

Blanco y Negro


No sé si os acordaréis de mí, pero sí, soy yo, la historia de este blog, esa que lleva meses sin parecer por aquí... Por fin he conseguido salir de la cabeza de Laura y ¡he vuelto! Espero que no os decepciones este reencuentro. Disfrutad este trocito, porque es posible que no vuelva hasta dentro de bastante tiempo T.T la vagancia de la escritora es la culpable.


Jamás imaginé que pasaría así el día de Navidad. Mis perspectivas eran una cena familiar de tres personas y como mucho un par de pasteles. Pero tal y como ha ocurrido con todo últimamente, no ha sido como lo imaginaba. Todo empezó cuando decidí que el frío no podía ser un impedimento para que yo saliese de mi casa. Bueno frío es decir poco, pero es que si lo piensas como agua congelada caída del cielo junto a tus pies y cayendo peligrosamente cerca de tu cara, pues… que no te apetece tanto salir de casa.
No creí que las vacaciones pudiesen resultarme tan aburridas, sin tareas, ni nada que hacer, mi única ocupación era hacer la cena, y la verdad es que no me parecía que las diez de la mañana fuese un buen momento para empezar a cocinar. Así que me cubrí de abrigos hasta las orejas y salí de casa. Una vez más el Polo Norte me recibió entre viento y nieve empujándome hacia detrás. Por cada dos pasos que daba retrocedía uno y así, a una velocidad que hasta los caracoles superan, recorrí varias calles, sintiéndome entre estúpida y ridícula. Lo bueno es que debido al mal tiempo no había nadie por allí para verme. Por muy repetitivo que me resulte me dirijo a la taberna, que es el único lugar con una pizca de vida en este recóndito pueblo alejado de todo. Como siempre tras la barra está Mateo que me saluda aburrido mientras continúa haciendo su solitario. Descargo algo del hielo que se me ha pegado en los últimos cinco minutos a la ropa y le hecho un vistazo al establecimiento. Todo está como siempre, las mesas repartidas por la habitación, las paredes de madera, y el techo lleno de telarañas demasiado altas como para que a nadie le apetezca quitarlas. Bueno, al menos había algo que no cambiaba, la taberna se mantenía imperturbable. La chimenea está encendida -¡por fin algo de calor!- y Mylord se encuentra tumbado frente a ella. Lo único raro de la imagen es que Julio no está allí, ni rascando a Mylord detrás de las orejas ni sentado a su lado. En los últimos días ha sido raro ver a uno sin el otro, casi se podría decir que se persiguen el uno al otro, pero ahora… ¿dónde está Julio?
-Mateo, ¿Julio está arriba?
Deja a un lado la baraja y me mira pensativo.
-No, creo que no. Lo vi salir muy pronto y a menos que no lo haya visto –téngase en cuenta que no hay mucho movimiento por aquí ahora mismo- debe de seguir por ahí.
-Entiendo…-en realidad no, ¿adónde se le ocurre ir con este frío?- ¿No sabes a dónde ha ido?
-No, no me lo dijo, aunque tampoco es que yo le preguntase –por una vez desearía que Mateo fuese más cotilla.
En cuanto me alejo un poco de la barra continúa tranquilamente con su solitario. Bueno, mis posibilidades se dividen en: volver a casa y mirar el techo las próximas diez horas; quedarme en la taberna y ponerme a hacer solitarios con Mateo; o buscar a Julio. Bien, creo que mi decisión es obvia.
No se me ocurren muchos lugares a los que haya podido ir, el bar de mi padre está casi al otro lado del pueblo y no creo que haya ido allí, el colegio está cerrado y él, que yo sepa, no tiene ningún otro amigo al que ir a visitar. Veamos… bueno, siempre puedo pasear un rato y ver si por arte de magia aparece ante mí. En el peor de los casos al menos habrá pasado algo de tiempo. De nuevo salgo a la calle y avanzó sin rumbo fijo por grandes pasillos de nieve sin nadie a la vista. Recorro el pueblo, en parte divertida imaginándome en medio de un paisaje completamente blanco, allí, justo en medio, con mi chaquetón negro. No es que disfrute congelándome, pero la verdad es que no me disgusta demasiado la imagen que debo de dar, ahora que no nieva –milagro, sí, podría llamarse así- una imagen bastante interesante. Lástima que no haya nadie para verla. Finalmente, y tras haberme recorrido la mayor parte del pueblo sin encontrar si quiera la sombra de Julio, decido que morir congelada a causa del aburrimiento tampoco es algo que me apetezca, así que vuelvo sobre mis pasos de nuevo hacia la taberna. Al llegar a la puerta, algo desanimada miro a mi alrededor y observo con sorpresa que hay algo entre las ramas más cercanas del bosque. Se me erizan los pelos del cuello recordando La Sombra, la persecución por el bosque, la ventana… No puede ser… En contra de lo que me dice la cabeza que debo hacer –entrar en la taberna y olvidarme de todo- avanzo despacio hacia la oscuridad que forma el bosque. Con pasos inseguros y las manos temblándome llego hasta la linde, no veo nada que se parezca a la sombra, sin embargo, oigo algo. Son apenas susurros, pero juraría que hay alguien allí, hablando… no, hablando no, está llorando. ¿Julio? Sin pensar si quiera en los avisos de mi padre ni en lo que yo misma he vivido en el bosque, entro y casi corro hacia el foco de los llantos. En cuanto llego lo veo, allí, en el centro de un pequeño claro, tirado en el suelo y encogido sobre si mismo, está Julio. No estaba equivocada, es él el que lloraba. No se da cuenta de mi presencia y yo decido no darla a conocer. Permanezco allí de pie, mirándolo confusa, sin llegar a entender completamente qué es eso tan extraño que me mantiene inmóvil. ¿Qué es? Quizás es que todo está tan… oscuro. Tan frío, tan negro, tan… muerto. Miro de nuevo a Julio y de repente noto lo que tanto me extrañaba. Está completamente envuelto en un halo negro, como si atrapase toda la oscuridad que nos rodea. Tiemblo de arriba abajo, pero ya no es por el frío. Retrocedo un paso, pero la mala suerte quiere que al hacerlo pise una pequeña rama que al romperse hace un ruido semejante al de cuatro troncos. En cuanto miro de nuevo hacia el claro Julio ya no está allí, solamente encuentro los dos grandes ojos oscuros que hasta hace unos segundos eran de mi amigo y que ahora son parte de La Sombra. De nuevo no puedo evitarlo y echo a correr.


Continuará...

Hasta dentro de un par de siglos T.T

miércoles, 9 de abril de 2008

¿Soy burra?

This is my hand... T.T

Hola!! ^^ Bueno, con esto de que ahora también publico sin poner capítulos de mi querida pero atascada historia (llo siento chicas, de verdad que dentro de poco me centro más en escribir T.T) este, mi blog, está siendo actualizado más amenudo. Por si no se lee muy bien yo os lo digo, eso de allí arriba es mi mano y sí, lo que pone es: ¡Yo soy burra! Y no es que yo sea una persona desmoralizada ni que me guste decir que soy tonta (¡pero si yo soy la caña de España!) Pero... es que tengo ciertas compañeras de clase muuuuuyyy simpáticas xD Y claro qué iba a saber yo que era BURRA lo que me iba a a escribir en la muñeca (porque primero me lo escribió en la muñeca ¬¬) Así que en unos segundos quedé marcada de tonta -.- Y algo tonta debo ser, porque cuando ya me lo había lavado de la mano dejé que me lo escribiese otra vez en un lugar en el que era menos probable que me lo viese algún profe (Habría sido horrible... Me imagino a cierto profesor preguntándome por qué tengo escrito que soy tonta en la mano -.-U) Vamos que me pasé dos horas enteras con el brazo pegado a la mesa y levantando siempre y solamente la mano izquierda (¡Qué yo soy diestra, por Dios...!) Y claro para dejar claro que soy tonta voy y al llegar a casa le hago una foto al bello piropo... Empiezo a pensar que mi amigüita tampoco iba tan desencaminada xD

Bueno que ya sabéis...


¡ANA NO VE AL BURRITO!
¡ANA NO VE AL BURRITO!
¡ANA NO VE AL BURRITO!

*Laurita*

P.D: Silvia... ¡Mis bolis aún claman tu piel muajajaja...!